Quién soy yo?
Muy bien, sería muy fácil responder con mi nombre, pero a ustedes eso no les diría nada. Cada uno de ustedes puede tener una percepción de mi persona, y en verdad no pretendo ni desmentirla ni confirmarla, sino lograr que comprendan el por qué la tienen.
Soy un producto de la suma de pasados,
de paradigmas y de alguna que otra rebeldía perdida;
soy producto de la suma de creencias y tabúes de antaño los cuales, a veces de manera maravillosa y otras tantas dañinas han forjado gran parte de mi ser.
¿Quién soy yo? Soy la paradoja común y altiva que comparte y se comparte dentro de un círculo social y a veces activo,
a veces soleado y a veces en soledad.
Soy lo que otras han sido y han dejado de manera residual y cariñosa; soy lo que recuerdo y también lo que en vano
he intentado olvidar.
¿Quién soy yo?
Pues soy, biológicamente, un ser humano; familiarmente soy hija, hermana, sobrina, prima, tía y vaya a saber que más…
socialmente soy amiga, compañera, alumna, etc.,
Pero nada importa como el “¿Quién soy yo?”
Para mí: solitaria, noble, disipada, despistada, fiel,
reiterativa en omisión, paciente, pasiva, dadivosa, nocturna, entregada, auto-flagelada, soñadora, divagada, romántica,
alejada, caritativa, creativa, eternamente agradecida, introvertida, sociable, reflexiva, idealista, razonable, guerrera y pacifista…
¿Quién soy yo?
¡Pues yo! Y cada quien tendrá su “Élla” de mí, ¿Y saben qué?
Con el debido respeto que me merecen, ¡No me importa!
Pues ese “Élla” que han formado de mí a su vez forma parte de mi “Yo” externo que a su vez es parte de mi “Yo” total, lo cual vuelve al “yo” que tienen de mí totalmente válido, respetable y,
lo que es mejor… verdadero.
( Deducción después de una tarde de reflexión algo filosófica)
A pesar de todo lo que me faltó o me falta, no podría ser quien soy si hubiese tenido más de lo que tuve o tengo, o menos.
Entonces, nada me faltó y nada me falta, porque soy quien soy.
Las cosas que quiero, todo aquello que busco y lo que logro encontrar, todo eso me hace cambiar, todo eso cambia quien soy.
Cuando escribo esto, cuando hablo contigo, cuando te escucho, cuando te veo, cambio. Y me gusta.
Mis percepciones cambian cada día y cada noche.
Ayer me hiciste reír y aprendí algo de vos, hoy me hiciste llorar y aprendí algo de vos, mañana me harás recordar y cambiaré.
Y todos esos cambios suman quien soy hoy.
Fue mi decisión hablar contigo, fue mi decisión escribir esto y dejar que lo leyeras, fue mi decisión andar por este camino, y estar sola y estar afuera o adentro, ser optimista o ser pesimista, mirar el cielo o mirar el suelo, abrir o cerrar los ojos, y será mi decisión mostrarte quien soy o mostrarte quien quiero ser o quien quieres que sea.
Y cada decisión me hará cambiar.
Y tal vez un día nos encontremos y verás que
no soy la misma, porque sabes que he cambiado.
Y notarás que cambio mientras caminamos,
porque lo que me rodea,
lo que decido oír, ver, sentir, tocar, vivir,
todo cambia, así como yo, así como vos,
si decides dejar que suceda.
Miriam Alberganti
porque lo que me rodea,
lo que decido oír, ver, sentir, tocar, vivir,
todo cambia, así como yo, así como vos,
si decides dejar que suceda.
Miriam Alberganti